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Estrena! YO INACABO, nueve gestos para el presente poético y un inicio. Recital de poesia. Castellà. 60 min. Pablo Rosal. Tan sólo quisiera confirmar que ya todos somos conscientes de que por fin compartimos la poesía, que ya no hay obstáculos ni excusas, que nos hemos quedado con casi nada, por fin, y que ya podemos vivir con plenitud, finalmente, en compañía de la poesía y a través de ella, que la poesía es ya definitivamente exigencia de vida grande y alta y concreta y real y atenta, algo que compartimos todos indefectiblemente.
Es impostergable resacralizar el mundo y devolverle a la vida su trascendencia originaria. Pero esa resacralización para algunos sólo puede hacerse ya laicamente, sin dogmas, teologías o iglesias. La poesía es la verdadera resacralización laica del mundo. Y eso aunque el poeta sienta que su reino tampoco es de este mundo. Pero sabe además que no es tampoco del que llaman el otro mundo. No le queda entonces otro camino que crear un nuevo mundo, el tercero. Más real que los otros, el mundo de la poesía es la última alternativa de salvación que nos queda, el último recurso de nuestra misteriosa necesidad de ser.
Poesía y realidad, Roberto Juarroz
Yo espero. En verdad yo no espero ni esperaré jamás otra cosa que El Visitante que nunca llega, del Vishnu Purana. Esta espera es lo que dejo aquí. Ella toma innumerables formas, pues el Visitante que nunca llega puede y debe ser esperado en todo. Él no es real más que en esta espera, pero en ella sí es real: en ella por así decir, viene. Él es el sentimiento que se difiere, la esperanza o la visión que se ofrecen tanto como se escapan, en una palabra, la serenidad de la espera que no es otra cosa que espera, pero que se ilumina como espera. El Visitante que nunca llega es el tejido mismo de nuestros días.
Le Visiteur qui jamais ne vient, Roger Munier
Poesía y voz: Pablo Rosal
Música y sonido: Paul Perera y Xavier Martínez